Es posible que algunos de ustedes se hayan preguntado a quién deben agradecer la taza humeante de delicias gourmet que revive su espíritu cada mañana. Bueno, no busques más. Es un placer para nosotros presentarle al cerebro detrás de nuestras mejores mezclas. Don Miguel ha pasado los últimos treinta años perfeccionando el arte del tostado del café y es personalmente responsable de cada taza de café que producimos.

Mientras das gracias, también debes agradecer al papá de Don Miguel, quien le transmitió su amor por el café a su hijo después de pasar años trabajando como capataz en fincas cafeteras en Costa Rica y Guatemala.

“Trabajando con mi papá, aprendí sobre el cultivo y la cosecha del café”, dice Don Miguel. “Ayudé a mi papá a tomar notas de cuánto café recogía cada recolector. Pero nada de esto se compara con el tostado del café”.

Don Miguel llegó por primera vez a Café Britt como asistente en el laboratorio de café, y cuando se le presentó la oportunidad de dedicarse al tostado, aprovechó la oportunidad para elaborar nuestro café.

“Aunque era algo nuevo para mí, dije que sí”, explica Miguel. "Porque siempre he sido aventurero y valiente".

Aunque Don Miguel se hizo cargo del tostado en la época oscura anterior a Internet, trabajó para mejorar su oficio pasando horas estudiando y hablando con la amable gente del instituto del café en Costa Rica. Cuando empezó, Café Britt solo necesitaba que Miguel tostara cuatro “lotes” o tiradas en tostadores pequeños. Hoy en día tuesta una media de casi una tonelada de café al día.

No es de extrañar que nuestro Maestro Tostador comience su día con una taza de café (en el fondo es como nosotros: un amante del café). Personalmente prefiere los asados ​​ligeros. Su favorito es Tres Ríos por las notas de sabor que existen, por supuesto, gracias a los granos perfectamente tostados.

Después de tomar su taza de café de la mañana, Don Miguel se dirige a la tostadora y comienza la verdadera diversión.

Primero, debe asegurarse de que los granos verdes estén listos para tostarse y verificar el cronograma para ver qué mezcla de café va a preparar para el día. ¿Orgánico? ¿Tostado oscuro? Una de las mejores partes de su trabajo es que cada día es diferente.

Una vez que ha determinado qué se debe tostar ese día, Don Miguel ajusta los niveles de tueste para lograr sabores óptimos. Siempre tiene su agenda a mano para realizar un seguimiento del tiempo aproximado en que se tuesta cada café para que cada bolsa tenga un sabor constante.

Los años de experiencia de Don Miguel resultan muy útiles cuando se trata del clima de Costa Rica, que puede cambiar minuto a minuto. Los cambios sutiles en la atmósfera, el viento y la temperatura exterior requieren pequeños ajustes en el tiempo de tostado, y Don Miguel revisa el clima constantemente para asegurarse de que los granos se tuesten correctamente.

“¡Hay que asar con instinto!” Él dice. Las máquinas son importantes, pero al final son el conocimiento y la experiencia personal de Don Miguel los que marcan la diferencia.

Cuando Miguel determina que el tostado ha terminado, el café se enfría y luego está listo para ser embolsado, sellado y entregado a nuestros clientes.

Siempre se están introduciendo nuevas tecnologías y estándares, pero en esencia, Don Miguel dice que el tostado del café no ha cambiado mucho desde que comenzó.

“El proceso que usaban nuestros abuelos para tostar el café es el mismo proceso que todavía se usa en Café Britt; sólo la tecnología ha cambiado”, dice Don Miguel.

El tostado de café es un proceso de aprendizaje en constante evolución que requiere exploración y mejora; áreas en las que Don Miguel sobresale, y no podríamos estar más agradecidos con él por utilizar sus reflexivas y precisas habilidades de tostado para mantener la excelencia de nuestro café. La próxima vez que tomes un sorbo de tu mezcla favorita de Café Britt, tómate un minuto para apreciar a Don Miguel, el Maestro Tostador que hace que la magia suceda.